FUNCIONES DEL HÍGADO



Funciones vasculares: El hígado recibe el 30-40% del gasto cardíaco desempeñando una función hemodinámica al actuar de reservorio; así cuando se produce una disminución de la volemia las reservas de sangre pasan a la circulación general mientras que, al aumentar la volemia, aumenta también la reserva vascular en los sinusoides hepáticos.


También desarrolla una función inmunitaria al filtrar y depurar la sangre procedente del territorio portal con la colaboración de las células de Kupffer con actividad fagocítica localizadas entre los sinusoides hepáticos y no menos importante es el alto flujo linfático que soporta el hígado (50% del organismo)


Funciones metabólicas:


Metabolismo de carbohidratos


El hígado regula la concentración de glucosa que hay presente en la sangre circulante. Para realizar esta función los hepatocitos llevan a cabo los siguientes procesos:


Almacenamiento de glucosa (glucogenolisis/génesis): Después del proceso digestivo llegan grandes cantidades de glucosa al hígado que rápidamente es metabolizada por los hepatocitos para formar glucógeno. Este proceso es mediado por la insulina y permite almacenar una cantidad limitada de glucógeno (10% del peso del hígado). Cuando se satura el sistema de almacenamiento de glúcidos en forma de glucógeno se forman ácidos grasos a partir de la glucosa. Por otra parte, cuando se necesita glucosa al disminuir la glucemia, moviliza el glucógeno para liberar glucosa


Gluconeogénesis. Cuando las reservas hepáticas de glucógeno se han terminado, el hepatocito forma nueva glucosa a partir de los intermediarios del ciclo de Krebs y la glucolisis de galactosa, fructosa, aminoácidos y glicerol


Metabolismo de lípidos


Beta-oxidación de ácidos grasos y formación de ácido aceto-acético. Gracias a ello se genera energía en las células en forma de ATP.


Formación de la mayor parte de las lipoproteínas las cuales son necesarias para el transporte de colesterol a todos los tejidos. La LDL o HDL, por ejemplo.


Formación de cantidades considerables de colesterol, triglicéridos y fosfolípidos.


Conversión de grandes cantidades de carbohidratos y proteínas en grasas.


Metabolismo proteico


El hígado es el órgano regulador de los aminoácidos disponibles en la circulación general.


La mayoría de los aminoácidos son sometidos a procesos de desaminación y transaminación de aminoácidos, y una posterior conversión de la parte no nitrogenada en moléculas de carbohidratos o lípidos, que serán almacenados en forma de glucógeno o grasas.


Formación de urea a partir de NH3. De esta manera se elimina una sustancia que es tóxica, especialmente para el tejido nervioso.

Formación del 90% de proteínas plasmáticas: albúmina, α-fetoproteína, α1-AT, ceruloplasmina, fibrinógeno, transferrina, C3, C4, α1-glucoproteína ácida, α1-antiquimiotripsina, haptoglobina, PCR, amiloide sérico A, ferritina.


Función secretora y excretora


El hígado juega un papel trascendental en la metabolización y/o excreción de fármacos y otras sustancias exógenas, de hormonas (T4, esteroides, aldosterona), es una vía de excreción de calcio, de parte del colesterol de la circulación enterohepática.


En especial contemplamos la secreción biliar con las siguientes funciones: emulsión y solubilización lipídica, excreción de metabolitos como los pigmentos biliares y neutralización del pH ácido duodenal


La bilis se produce en los hepatocitos liberada a los canalículos y conductos biliares, compuesta por: agua y electrolitos; ácidos biliares (cólico y quenodesoxicólico) producidos a partir del colesterol al conjugarse con glicina y taurina; pigmentos biliares (sobretodo bilirrubina que procede del metabolismo del grupo hemo de la hemoglobina), colesterol y fosfolípidos. (1)


PARA PROFUNDIZAR


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
  1. Fox SI. Fisiología Humana, 10a edición, editorial Interamericana/McGraw-Hill, Madrid, 2008.


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